El animal, que alcanzó casi 40 años, el doble de la esperanza de vida en la naturaleza, estaba registrado en el sistema internacional ZIMS de Species360 y se convirtió en un embajador de su especie en un momento crítico para los ecosistemas antárticos.
Loro Parque ha dicho adiós a uno de los animales más especiales de su historia, el pingüino papúa (Pygoscelis papua) más longevo de Europa registrado bajo cuidado humano, que falleció esta semana a los 39 años y 11 meses. Una edad extraordinaria que duplica la esperanza de vida de esta especie, estimada en la naturaleza entre 15 y 20 años.
El ejemplar estaba formalmente registrado en ZIMS (Zoological Information Management System), la base de datos global gestionada por Species360, utilizada por miles de instituciones zoológicas y acuarios en todo el mundo. Este sistema permite documentar con rigurosidad la historia clínica, genética y de comportamiento de cada individuo, reforzando los estándares de transparencia, trazabilidad y bienestar animal que caracterizan a Loro Parque.
A lo largo de casi cuatro décadas, este pingüino fue parte esencial de Planet Penguin, uno de los pinguinarios más avanzados del mundo, y se convirtió en un testigo vivo del compromiso del Parque con el cuidado profesional, la conservación y la educación ambiental.
El director científico de Loro Parque Fundación, Rafael Zamora, señaló que “en zoológicos y acuarios modernos como Loro Parque, los pingüinos están protegidos ante las numerosas amenazas a las que se enfrentan en la naturaleza. Problemáticas como el calentamiento global han deteriorado enormemente sus hábitats, poniendo en peligro el porvenir de estas especies”.
La situación global es alarmante, once de las dieciocho especies de pingüinos en el planeta se encuentran amenazadas, según la Lista Roja de la UICN. La Antártida ha sufrido una reducción sin precedentes del hielo marino, comprometiendo las plataformas de cría y la disponibilidad de krill, alimento fundamental para estas aves.
En este escenario, la vida excepcionalmente larga de este ejemplar adquiere un valor muy importante, subrayando el papel que desempeñan instituciones como Loro Parque en la protección de especies vulnerables y en la generación de conocimiento científico compartido internacionalmente a través de plataformas como ZIMS.
Planet Penguin alberga cuatro especies de pingüinos como son emperador, papúa, barbijo y Humboldt en instalaciones que reproducen fielmente su hábitat natural, con sistemas de luz estacional, hielo generado de forma continua y parámetros ambientales controlados.
La responsable de Planet Penguin, Almudena González, destacó que “aquí les proporcionamos un entorno idóneo para que desarrollen sus conductas naturales, protegidos de los peligros a los que se enfrentan en la naturaleza”.
La historia completa del pingüino como es su crecimiento, salud, comportamientos y longevidad, quedó documentada en ZIMS, lo que permitirá que su legado contribuya a estudios futuros y a la mejora continua del bienestar animal en centros de conservación de todo el mundo.
Este ejemplar fue para muchos visitantes un símbolo de Loro Parque, un animal que acompañó a diversas generaciones y que despertó en miles de personas un interés perdurable por la naturaleza y la protección de los ecosistemas polares.
Su despedida honra no solo a un animal extraordinario, sino también el compromiso constante del Parque con la conservación, la ciencia y el bienestar animal, pilares que seguirán guiando su labor en beneficio de la biodiversidad global.
