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La Fundación Loro Parque, con sede en el Puerto de la Cruz, ha jugado un papel clave en la salvación del periquito pechigrís, el periquito más amenazado del mundo. Se trata de una especie en peligro crítico de extinción, que se encuentra solo en tres pequeños lugares del Estado de Ceará, en el norte de Brasil, y ha sufrido una reducción drástica de población silvestre como consecuencia de la destrucción del hábitat y de su captura para el comercio. Desde el año 2007, Loro Parque Fundación apoya un proyecto para la protección y recuperación de la población silvestre, ejecutado sobre el terreno por la ONG brasileña Aquasis.

La principal población de la especie se encuentra en la Sierra de Baturité, al sur de la ciudad de Fortaleza, sin embargo, Aquasis descubrió una población más pequeña en los Inselbergs de Quixadá y, más recientemente, un grupo aún presente de cinco individuos en un tercer sitio, Serra Azul. Gracias a este trabajo conjunto, la especie está ahora mejor protegida, a lo que se suma la llegada de periquitos jóvenes.

Un dato relevante es que el conocimiento del periquito pechigrís entre la población local también está aumentando, y ese aspecto recibió un impulso determinante en febrero de 2016 cuando Aquasis inauguró un nuevo centro de visitantes, no solo sobre los periquitos, sino también sobre la importancia de la biodiversidad de las Montañas de Baturité.

El centro es ya una realidad y cuenta con equipos audiovisuales capaces de fomentar la interactividad entre el visitante y la información disponible. El recinto ha recibido más de 5.170 visitantes, un número considerable al tratarse de una comunidad con poca población. Como apunte anecdótico y que refleja el impulso del conocimiento sobre el periquito, un importante festival de jazz y blues celebrado en Fortaleza -la ciudad grande más cercana con una población de más de 2,5 millones de personas- decidió tomar la imagen del periquito como parte de la publicidad de los conciertos, lo que supuso que los 13.000 asistentes al festival conocieran un poco más a esta psitácida tan valorada.

Las actividades del proyecto en el que participa la Fundación continúan, por ejemplo, las relativas a supervisar la reproducción: sobre el 18 de abril se ocuparon 18 cajas nido, con una puesta de 76 huevos, de los que habían eclosionado 50 polluelos. Se anillaron 40 con anillos de color y se obtuvieron muestras de ADN. Hubo una infestación de moscas parásitas durante esta temporada de cría, con un gran número de polluelos afectados, dando serios problemas para su salud. Para evitar la presencia de moscas durante la temporada de cría, se eliminaron cada una de las larvas que se fueron encontrando.

La búsqueda de cavidades naturales donde encontrar nidos se antoja como una de las misiones principales. Tal es así, que se marcaron las coordenadas geográficas de 40 nuevas cavidades. El equipo de campo encontró 39 dormideros, de los que 20 se encontraban en cajas-nido, 14 estaban en cavidades naturales, 4 en hojas de palma, y uno en una bromelia. El conteo de periquitos en los dormideros dio un total de 314 ejemplares, un resultado alentador dado que hasta ahora se pensaba que la población era de solo 250 individuos. En abril, el conteo más alto se realizó en Inselbergs de Quixadá con 55 periquitos, incluyendo a algunos ejemplares jóvenes.

Gracias a este proyecto ya hay esperanza para el futuro del periquito más amenazado del mundo.

Un trabajo conjunto en el norte de Brasil

Loro Parque Fundación trabaja de forma conjunta con la ONG brasileña Aquasis en el proyecto para evitar la extinción del periquito pechigrís. El trabajo con la población local resulta clave para, por ejemplo, evitar que se usen trampas para capturar a estas aves, y lograr que el furtivismo sea un hecho del pasado y el periquito pechigrís pueda prosperar en el futuro.