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Loro Parque, mejor zoológico del mundo según TripAdvisor, ya lo tiene todo preparado para recibir a la cría de Morgan, que se espera que llegue después del verano. Tanto los veterinarios del Parque como los consultores externos, que siguen de cerca el embarazo de Morgan, han trabajado en que todos los aspectos estén bajo control para afrontar cualquier situación que se presente en el momento del nacimiento.

Geraldine Lacave, veterinaria belga especialista en mamíferos marinos y consultora en Loro Parque, ha explicado cómo se lleva a cabo un control exhaustivo del embarazo de Morgan, gracias a un ecógrafo con el que se la examina cada día o cada dos días y con el que se comprueba que todo evoluciona perfectamente, tanto con Morgan como con el feto.

Ahora, su objetivo es precisar lo más posible la fecha del parto, porque, aunque se conocen algunos indicadores, en general se tiene poca experiencia con partos de estos animales. Para ello, controlan regularmente la temperatura corporal de Morgan, porque se sabe que baja en un grado aproximadamente 24 horas antes de que nazca la cría; miden la circunferencia de diferentes partes de su cuerpo, porque se espera que algunas semanas antes crezca de forma considerable; actualizan una ficha de comportamiento en la que controlan su forma de nadar, su relación con los demás animales, etc., y calculan la distancia entre los dos pliegues mamarios, que será más grande en los días previos al parto, entre otros indicadores.

Jorge Soares, Director Veterinario de Loro Parque, ha apuntado que la historia de Morgan arroja cierta incertidumbre sobre los momentos inmediatos al parto, porque podría tener un impacto a la hora de ser madre por primera vez, y se desconoce cómo reaccionará, tanto ella como el resto del grupo. Precisamente por eso, hay todo un equipo de expertos que trabajan a diario para estar prevenidos ante cualquier desenlace.

En este sentido, Lacave explica que se ha preparado un protocolo de actuación en el caso de que el nacimiento se presente con alguna dificultad. Aunque lo más probable, asegura, es que “el bebé nazca, suba a la superficie, respire, y después vaya a nadar con la madre tranquilo”, también entraría dentro de la normalidad que Morgan o la cría necesitaran algún tipo de ayuda. En ese caso, todo el personal está preparado para actuar, además de tener preparada medicación y una fórmula de leche maternizada, entre otras previsiones.

Además, en cuanto se acerque la fecha aproximada del nacimiento, se activará una guardia de día y de noche, que se añadirá a la vigilancia de seguridad 24 horas que habitualmente existe en el recinto. Así, un equipo de personas observará de manera continua el comportamiento de Morgan, su frecuencia respiratoria, su actividad, etc. “Los entrenadores viven con estos animales cada día, los conocen muy bien y ellos van a detectar con toda probabilidad sus cambios de comportamiento de manera más precisa que toda la indicación científica”, asegura Lacave. Esta guardia se alargará una vez nacida la cría al menos durante un tiempo, para controlar que todo vaya bien. Loro Parque está ultimando el desarrollo de una aplicación para tablet que permitirá registrar, analizar y compartir en tiempo real todos los datos recogidos en las observaciones (frecuencia respiratoria, lactancia, comportamiento, etc.) con el personal veterinario y los consultores externos.

Tanto Soares como Lacave explican que, en los cetáceos, el sistema inmunitario de los bebés es muy débil, dado que reciben la inmunidad a través del calostro y de la leche materna –conocida como inmunidad pasiva- durante un corto espacio de tiempo, de alrededor de un mes, y luego empiezan a hacer su propia inmunidad poco a poco hasta llegar al nivel de un adulto alrededor de un año después. De ahí la delicadeza de esta primera fase, en la que alguna herida o infección supondría muchos riesgos. No obstante, esto son inferencias que se hacen del estudio de los delfines, de los que se conoce mucho más, porque no ha habido muchas personas que hayan manipulado un bebé orca tan pequeño.

Por eso, esta es una gran oportunidad para aprender más sobre la reproducción y las crías de orca, lo que permitirá ayudar a las poblaciones que se encuentra en el medio salvaje. Teniendo en cuenta que, en la actualidad, se cree que la población de orcas de la zona del Pacífico Oeste es estéril desde hace ya algunos años a causa de la concentración de contaminantes químicos en el agua, todo el conocimiento que puede aportar un caso como el de Morgan será de gran valor.

En Loro Parque, donde la noticia del embarazo de esta orca a finales del año pasado fue motivo de gran alegría, todos esperan con ganas la llegada de la cría. “Esperamos que en septiembre tengamos una nueva orca supersaludable y una madre como Morgan, superfeliz”, puntualiza Soares.