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El gobierno de los Estados Unidos anunció el mes pasado que casi dos docenas de especies están siendo retiradas de la lista de especies en peligro de extinción, lamentablemente, porque han caído presa de la extinción. La directora del Servicio de Pesca y Vida Silvestre, Martha Williams, señaló que las protecciones federales para este grupo llegaron demasiado tarde. Este desarrollo confirma la magnitud de la crisis que el mundo está enfrentando.
La próxima generación de conservacionistas debe sentirse inspirada para asumir la responsabilidad.

Los científicos creen que el planeta está en medio de la sexta extinción masiva. Y a diferencia de los cinco periodos anteriores, esta está impulsada principalmente por la actividad humana. ¿Por qué? En gran medida, porque nuestro uso insostenible de la tierra y el agua está destruyendo lentamente los hábitats naturales.

Los científicos estiman que las especies están desapareciendo ahora a una velocidad de 1,000 a 10,000 veces más rápido de lo que sucedería si la humanidad no fuera un factor. Más específicamente, nuevas investigaciones sugieren que de las más de 150,000 especies monitoreadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, casi la mitad está experimentando disminuciones en sus poblaciones.

No es difícil imaginar por qué las especies en todo el mundo están enfrentando una crisis. Desde la destrucción de hábitats naturales en nombre del desarrollo, hasta la contaminación industrial en nombre de la producción, y la deforestación, en nombre de la agricultura, las acciones humanas están reduciendo el espacio disponible para plantas, animales e insectos. No solo estas áreas en constante reducción luchan por mantener el tamaño de las poblaciones actuales, sino que las especies se ven empujadas a entornos antinaturales en los que chocan contra miles de años de evolución.

Afortunadamente, aunque los humanos han sido la fuerza impulsora del problema, también podemos formar parte de la solución. El reciente apoyo anunciado por el gobierno federal de los Estados Unidos para preservar aproximadamente 7,200 acres de hábitat y proteger a más de 60 especies en peligro de extinción es un paso positivo. Esta medida ayudará a fortalecer el progreso significativo que se ha logrado bajo la ley de conservación más importante del país: la Ley de Especies en Peligro de Extinción. Promulgada en 1973, se estima que esta legislación ha ayudado a salvar a casi 300 especies en los Estados Unidos, logrando avances significativos para preservar la belleza natural del país para la próxima generación.

Sin embargo, estas son solo dos piezas del rompecabezas. Para complementar estos recursos, necesitamos cultivar a la próxima generación de campeones de la conservación.

Los jóvenes de hoy son menos propensos a enamorarse de la naturaleza al visitar virtualmente lugares exóticos o ver animales a través de las pantallas de sus teléfonos o tabletas. Necesitan poder experimentar la impresionante estatura de un elefante o la curiosidad de una nutria de mar en persona. Ninguna institución o campaña educativa puede lograr esto mejor que los zoológicos, acuarios y operaciones de turismo de vida silvestre administrados de manera responsable.

Estos encuentros pueden crear una conexión emocional con la naturaleza que puede impulsar nuestra lucha contra la extinción. Después de todo, es poco probable que protejas lo que no amas, y no puedes amar lo que no conoces.

Mientras que algunos en el movimiento de derechos de los animales buscan eliminar la interacción entre humanos y animales, los zoológicos modernos, acuarios y excursiones de turismo responsable que sirven a este importante propósito de conservación todavía necesitan nuestro apoyo para desempeñar un papel en la preservación de la biodiversidad.

Muchas de estas instalaciones también forman parte de un movimiento global más amplio que complementa las conexiones emocionales que los zoológicos y acuarios fomentan entre los visitantes y los animales. Una de estas campañas, llamada «Revertir el Rojo», tiene como objetivo fomentar una cooperación más amplia y generar acciones concretas para ayudar a garantizar la supervivencia de especies y ecosistemas salvajes.

El mundo está luchando contra el tiempo para detener la sexta extinción masiva. Los responsables políticos estadounidenses, desde los consejos municipales locales hasta el gobierno federal, deben hacer su parte en la lucha. El apoyo financiero es importante, pero cultivar a la próxima generación de personas que puedan aprovechar esos recursos para generar un cambio efectivo es fundamental.

Trabajando juntos, podemos asegurar que menos especies sigan el camino de los dinosaurios.

Robin Ganzert, Ph.D., es la CEO de American Humane, la primera organización nacional de bienestar animal del país, y autora de «Mission Metamorphosis: Leadership for a Humane World.»

Theo B. Pagel es el CEO del Zoológico de Colonia y el recipiente del Premio Internacional Wolfgang Kiessling 2023 para la Conservación de Especies.