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Una de las falsedades extendidas que provienen de los grupos antizoo es el mito de las muertes prematuras. El argumento principal de estas organizaciones es que el manejo, la restricción, el confinamiento, el transporte, el aislamiento o el hacinamiento y una dieta artificial provocan estrés en los cetáceos cautivos y, en última instancia, una reducción en su esperanza de vida. Y eso es exactamente lo que se podría esperar si la terrible situación y depravación descrita por estos grupos antizoo fuese verdad. Pero, ¿es este el caso? Si lo analizamos con una literatura científica veremos que este claramente no es el caso.

Recientemente, ha sido publicado que los delfines bajo cuidado humano, al menos, viven tanto como sus congéneres de la naturaleza y que pueden superarlos[1]. Esta investigación proporciona la evaluación más completa de la esperanza de vida y la tasa de supervivencia en los delfines nariz de botella, basada en los datos de las instalaciones zoológicas de Estados Unidos entre 1974 y 2012. La media de la esperanza de vida de los delfines nariz de botella bajo cuidado es de 28 años. Este resultado es comparable con la esperanza de vida de los delfines de nariz de botella en las instalaciones europeas [2] o, incluso, con los acuarios de China[3],  lo que indica que bajo cuidado humano las crías de delfines pueden vivir más que sus congéneres en la naturaleza. En algunos casos particulares, como United States Navy Marine Mammal Program, la media de la esperanza de vida fue incluso mayor, alcanzado los 30 años[4]. Cuando se calcula la esperanza de vida promedio en los delfines nariz de botella salvajes, es generalmente la mitad de la esperanza de vida promedio para los delfines nariz de botella bajo cuidado humano en los últimos años[1] [5]. A pesar de las falta de datos y dificultades para medir la supervivencia de los delfines salvajes el resultado no es estadísticamente significante, es claro que bajo cuidado humano los delfines pueden vivir más. Otra diferencia relevante sobre los delfines bajo cuidado humano es que la mortalidad de las crías en el primer año es menor que la estimada en los delfines salvajes[6].

Cuando analizamos a las orcas, la situación es similar, el estudio científico más reciente prueba que las orcas bajos cuidado humano viven, al menos, tanto como sus contrapartes salvajes.[7] La esperanza de vida promedio de las orcas salvajes varió de 29.0 años (residentes del sur) a 42.3 (residentes del norte), mientras que las orcas bajo cuidado humano tienen una esperanza de vida 41.6 años.7. Este resultado desmonta otro mito: La idea de que los zoos no difunden las cifras correctas de la longevidad de los delfines y las orcas[8]. Y la pregunta sobre las teorías de post reproducción en las orcas hembras[9].

Si buscamos la esperanza de vida máxima (MLE en inglés), los delfines bajo cuidado humano tienen una esperanza de vida máxima de 50 años, mientras que en la naturaleza esta esperanza varía de 31 a 36 años. El delfín más longevo bajo cuidado humano fue Nellie, una hembra que murió en Marineland Dolphin Adventure con 61 años. Cuando se analizan las edades de las orcas salvajes frente a la costa del estado de Washington (en más de 350 individuos), se puede ver que menos del 1% de los especímenes exceden los 60 años. A pesar de que ha habido ballenas asesinas bajo cuidado humano durante menos de 50 años (administradas profesionalmente), algunas personas como Lolita o Corky ya tienen más de 50 años.

A la luz de este conocimiento científicos, que prueba que la esperanza de vida en los cetáceos es similar o incluso mayor bajo cuidado humano, es claro que las especulaciones del sufrimiento y la depravación de los grupos antizoos durante décadas no han estado sostenidas bajo hechos.

Ver más:

https://www.loroparque.com/pdf/ESP_carta_wk_n1_AF_LETTER_Anti-Captivity_Arguments_Scientifically_Debunked_ESP.pdf

[1] Jaakkola, K., & Willis, K. (2019). How long do dolphins live ? Survival rates and life expectancies for bottlenose dolphins in zoological facilities vs . wild populations. Marine Mammal Science, 36(3), 248–261. https://doi.org/10.1111/mms.12601

[2] Hartmann, M. G. (2000). The European studbook of bottlenose dolphins (Tursiops truncatus): 1998 survey results. Aquatic Mammals, 26(2), 95-100.

[3] Zhang, P., Sun, N., Yao, Z., & Zhang, X. (2012). Historical and current records of aquarium cetaceans in China. Zoo Biology, 31(3), 336–349. https://doi.org/10.1002/zoo.20400

[4] Venn-Watson, S. K., Jensen, E. D., & Ridgway, S. H. (2011). Evaluation of population health among bottlenose dolphins (Tursiops truncatus) at the United States Navy Marine Mammal Program. Journal of the American Veterinary Medical Association, 238(3), 356-360.

[5] Stolen, M. K., & Barlow, J. (2003). A model life table for bottlenose dolphins (Tursiops truncatus) from the Indian River Lagoon system, Florida, USA. Marine mammal science, 19(4), 630-649.

[6] Sweeney, J. C., Stone, R., Campbell, M., McBain, J., Leger, J. S., Xitco, M., … & Ridgway, S. (2010). Comparative Survivability of Tursiops Neonates from Three US Institutions for the Decades 1990-1999 and 2000-2009. Aquatic Mammals, 36(3).

[7] Robeck, T. R., Willis, K., Scarpuzzi, M. R., & O’Brien, J. K. (2015). Comparisons of Life-History Parameters between Free-Ranging and Captive Killer Whale (Orcinus orca) Populations for Application Toward Species Management. Journal of Mammalogy, 96(5), 1055–1070. https://doi.org/10.1093/jmammal/gyv113

[8] Robeck, T. R., Willis, K., Scarpuzzi, M. R., & O’Brien, J. K. (2016). Survivorship pattern inaccuracies and inappropriate anthropomorphism in scholarly pursuits of killer whale (Orcinus orca) life history: A response to Franks et al. (2016). Journal of Mammalogy, 97(3), 899–905. https://doi.org/10.1093/jmammal/gyw023

[9] Foster, E. a., Franks, D. W., Mazzi, S., Darden, S. K., Balcomb, K. C., Ford, J. K. B., & Croft, D. P. (2012). Adaptive Prolonged Postreproductive Life Span in Killer Whales. Science, 337(6100), 1313–1313. https://doi.org/10.1126/science.1224198